LA ALIANZA EVANGÉLICA MUNDIAL
El 28 de Junio del 2011, la
Alianza Evangélica Mundial (la máxima representación de las iglesias
evangélicas del mundo entero) entró en un acuerdo con el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) y con el Vaticano,
en cuanto a su política de evangelización y misión.
LA PRIMERA PARTE DEL DOCUMENTO “Una
base para el testimonio cristiano” contiene muchas declaraciones correctas y
bíblicamente fundadas. Sin embargo, llama la atención que el documento no contiene ninguna definición de palabras claves como
“evangelio”, “testimonio”, “misión”, o “conversión”. Ya hemos visto arriba (p.
4-7) que el CMI da a estas palabras un significado muy diferente de lo que
tienen en la Biblia. Por ejemplo, para el CMI, “conversión”
no tiene nada que ver con arrepentirse del pecado y volver al Dios verdadero. Al
contrario, desean volver “a lo divino que hay en
nosotros, en los otros y en la naturaleza”- un concepto más bien panteísta y
pagano que cristiano.
Si los líderes de la Alianza
Evangélica Mundial firmaron este documento sin insistir en una definición
bíblica de “conversión”, “evangelio”, etc, significa
que están aceptando silenciosamente las definiciones del CMI.
Además, en la “base para el
testimonio cristiano” del CMI faltan algunos conceptos esenciales: el hecho de que el Dios de la Biblia es efectivamente el Dios
verdadero; que el testimonio incluye no solamente el amor de Dios, sino también
Su justicia y juicio; etc. Al dejar de un lado estos
puntos tan importantes y serios, el cristianismo es presentado como una opción
religiosa entre muchas; se le quita toda la seriedad del hecho de que la
salvación o perdición eterna de cada persona depende de su actitud frente a
Cristo.
Puesto que el título del
documento habla de “PLURALISMO RELIGIOSO”, LA
INTENCIÓN DE ESTAS OMISIONES ES CLARA: SE DESEA PRESENTAR AL CRISTIANISMO DESDE
ESTA PERSPECTIVA PLURALISTA Y RELATIVISTA, NEGANDO QUE SE TRATA DEL ÚNICO
CAMINO HACIA LA SALVACIÓN.
LA SEGUNDA PARTE DEL DOCUMENTO tiene
el título “Principios”. Aquí también encontramos varios puntos con los que todo
evangélico estaría de acuerdo: “Actuar en el amor de Dios” – “Imitar a
Jesucristo”. “Libertad de religión y de creencia” y rechazo de la persecución
por razones religiosas – “Respeto a toda persona”, etc.
Sin embargo, algunos otros
puntos permiten una amplia gama de interpretaciones. Como por ejemplo, cuando
dice: “La explotación de la pobreza y la necesidad no tiene cabida en la acción
cristiana. Los cristianos tienen que denunciar toda forma de seducción y
abstenerse de caer en ella en sus acciones de servicio, en particular, los
incentivos y las recompensas financieras (…) y velando por que no se exploten
la vulnerabilidad de las personas y sus necesidades de curación”.
¿En qué momento
dirá el CMI que estamos “explotando la pobreza y la necesidad” de otros? Claro
es, existen ejemplos donde grupos cristianos han actuado con falta de
integridad, y es correcto denunciar eso. Pero por el otro lado, ¿el CMI lo
interpretará como “seducción” y “explotación” (como ya lo han hecho ciertos
medios de comunicación) cuando por ejemplo unos cristianos organizan una
campaña médica y allí anuncian el evangelio a los pacientes en la sala de
espera?
Y como último de los 12
“principios”, el documento introduce el tema favorito del CMI: “Construir
relaciones interreligiosas”. “Los cristianos deben continuar edificando
relaciones de respeto y de confianza con creyentes de otras religiones con
objeto de facilitar el entendimiento, la reconciliación y la cooperación
recíprocos más profundos por el bien común”.
Nadie estará en
contra del “edificar relaciones de respeto y de confianza”. Pero ¿qué entiende
el CMI con “reconciliación” (con creyentes de otras religiones)? Miremos
no más como lo hace el propio CMI en sus asambleas mundiales: Invita regularmente a representantes de otras religiones,
para que los participantes de la asamblea (los que se llaman cristianos)
participen en sus ritos. En cambio, según mi conocimiento, el CMI nunca ha
llamado a un representante de otra religión a que deje atrás su falsa religión
y se vuelva a Cristo. “Reconciliación” con otras religiones significa,
según el CMI, que los cristianos les pidamos perdón
por haberles dicho que Cristo es el único camino, y que en cambio nos volvamos
“abiertos” para los caminos de las otras religiones ¿Y LOS LÍDERES DE LA ALIANZA EVANGÉLICA MUNDIAL FIRMARON
ESTO?
LA TERCERA PARTE DEL DOCUMENTO presenta
seis “Recomendaciones”. Aquí se repite el llamado a construir “relaciones de
respeto y confianza con creyentes de todas las religiones”, y se precisa: “…en
particular a nivel institucional entre las iglesias y otras comunidades
religiosas, entablando un diálogo interreligioso permanente como parte de su
compromiso cristiano”.
O sea, los liderazgos evangélicos deben construir relaciones “a nivel
institucional” con la Fraternidad Musulmana, con monasterios budistas y con la
jerarquía católica romana- ¿para qué? ¿Acaso para “evangelizar” el mundo
conjuntamente en el nombre de Alá, de Buda y de María? – Ya hemos visto lo que
el CMI entiende con “diálogo interreligioso” (p.8-11).
A diferencia de algunos
otros documentos del CMI, el “Testimonio cristiano en un mundo de pluralismo
religioso” (todavía) no contiene restricciones explícitas para la
evangelización. Pero establece un precedente peligroso
para que en el futuro, las actividades evangelísticas y misioneras de los
evangélicos tengan que sujetarse al consenso del movimiento ecuménico y del
Vaticano. Y la Alianza Evangélica Mundial ha
señalado claramente con su firma, cuál será su camino de aquí en adelante: el
ecumenismo.
AHORA ES EL TIEMPO PARA AQUELLAS IGLESIAS EVANGÉLICAS QUE TODAVÍA
DESEAN MARCAR UNA CLARA DISTANCIA HACIA EL ECUMENISMO, ESTABLEZCAN UNA SEÑAL
IGUALMENTE CLARA Y SE DESAFILIEN DE SUS RESPECTIVAS “ALIANZAS EVANGÉLICAS” Y
“CONSEJOS DE IGLESIAS”.